la impotencia de escribirte solo se iguala a la de intentar explicarte que te comería, literalmente,
sin maldad ninguna.
que te destrozaría sin miramientos por eso de que...
...mejor te lo cuento por señas.
Puede sonar repetitivo, y me disculpo de ante mano.
Déjame comerte, por favor.
Creo que en momentos así... Las disculpas sobran.
ResponderEliminarEncanta de encontrar tu blog, señorita.